Monday, August 18, 2008

Un sueño ¿en común?

Querido blog, lamento tenerte aquí arrumbado lleno de polvo cibernético, pero me he sentido mal…

Te cuento, ahora que de alguna manera termine siendo la novia de alguien, que cuando encuentras a una persona que de verdad te hace sentir bien, ese no se que, que qué se yo, mariposas en el estomago etc. etc. etc. Uno comienza con el pequeño alucín alucinante de querer contraer nupcias.

Pero este alucín no solo comienza cuando se esta con esa persona especial. Al parecer el matrimonio es algo que desde pequeños se nos ha inculcado como lo correcto hablando de la vida de pareja y como un evento sumamente importante y obligatorio en la vida de cada putete.
Admítanlo ¿Cuántos no se han imaginado su boda? Todos, absolutamente todos, aunque lo quieran negar, alguna vez llegamos a imaginarnos nuestro enlace con otra persona.

Yo lo hice de pequeña, me imaginaba en un vestido blanco, una hermosa capilla, palomas, pero curiosamente jamás me imaginé a un marido. Luego crecí, después de una bateada en la primaria (ay ¡que tierno!) con la idea de que se puede vivir sola, sin necesidad de algún putete. Pero el destino le pone a uno trampas mortales y me enamore unas cuantas veces, en todas termine con el corazón roto, y me refugie en la idea de jamás volver a enamorarme para que no me vuelvan a lastimar… nuevamente el destino hizo su labor, y cuando me di cuenta estaba en los labios de mi novio, un músico. Ya deben saber para donde voy, no estoy diciendo que me casare con él, aunque eso estaría genial, después de un tiempo me imagine otra vida que la que tenia planeada: para empezar una boda fuera de lo común, capilla gótica, vestido negro, rosas negras, en fin, muy fúnebre, luego incluso tuve la barbaridad de imaginarme, nuevamente, a Osiris, mi soñado futuro hijo, que ahora no sería hijo de una madre soltera con tendencias homosexuales, sino el hijo de una periodista con tendencias homosexuales y de un músico que no tiene nada que ver con la homosexualidad…

Es tonto, incluso ridículo, pero bueno, hasta en las cosas mas tontas hay quien encuentra satisfacción… o quizá no soy más que una adolescente enamorada muy cursi.
Cual sea el motivo, todos nos imaginamos el matrimonio, unir nuestras vidas con otra persona, porque en unas décadas seremos ancianos, y no queremos estar solos el resto de nuestra vidas.

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