Tuesday, October 09, 2007

Adiós Cuernojono

Llegaste alrededor de 7 años atrás, te veías tan bonito en tu empaque de cartón, tan moderno sin esos cables que se enredan, con botones suaves, en lugar de teclas o ruedas. Eras una maravilla
Siempre fuiste un fiel confidente, pues podíamos escondernos en el armario y platicar estupideces con nuestras amigas…
a veces te robábamos unas horas de tu vida, para conectarnos a esta mierda lenta de Internet.
Pero un día, la gravedad te arrebato de mis manos, caíste al suelo, y tu antena se rompió
Por un tiempo, no hubo problema, la pegamos con cinta de aislar y se tenía que ubicar en un lugar donde agarrara la señal
Pero ya era mucha la interferencia en estos días, y sin más que hacer, te desconectamos, y ese cable que te daba vida, paso a otro teléfono. Este es casi como tu, pero esta gordo y chaparro, sus teclas están horribles y no se les entiende nada, lo peor de todo es que suena casi como tú…
Para todo hay un principio y un fin, y el tuyo ha llegado…o más bien te lo llegue… querido, espero que me perdones por haberte matado… si te sirve de consuelo, jamás habrá un teléfono como tú… y posiblemente seas reciclado… cuando seas otro aparato, no podrás recordar tu vida en esta casa… más sin embargo, aquí jamás te olvidaremos…

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Yeah!!!!
Si no le pido disculpas al blog, es a los aparatos, como a mi pequeño Bubchen, le debo pedir perdón por ya no usarlo, pero eso será privado… Tengo pedos!!
Quería decirle algo a Hamlet:
Bueno, pues hasta ahora yo no sé de ningún varón heterosexual que al que le guste el algodón de azúcar, y menos que le hallen sentido alguno
No sé que piensen las otras chicas, tal vez ellas solo piensen que es “chic” comer algodón de azúcar, lo sé, son unas pendejas. Para mi hay una razón sentimental: de niña solía creer que los algodones de azúcar eran nubes que algún personaje mágico bajaba del cielo para que pudiera comerlo. Para mí comer algodón de azúcar esta ligado a mis recuerdos de la infancia, la época en la que todos tenemos sueños color de rosa, a veces azules, en la que creemos en los Reyes Magos y todas esas cosas. La infancia es una época mágica, que vale la pena tener en el corazón, si es que fue una buena infancia. La infancia solo se vive una vez –por eso tratamos que Boru sonría siempre- claro como todas las etapas, pero esta es la primera, es el cimiento de nuestros edificio… Espero me entiendas, tu como todos debes tener algo que te de buenos recuerdos.
Y si alguien me sale con que para qué recordar, que se joda, tal vez no comprenda lo que significa tener un pasado para armar nuestro presente y futuro. Sin recuerdos ¿Cómo estas seguro de quien eres?

1 Comments:

Blogger Hamlet said...

Los algodones de azucar los comía de chico. Los comía porque me los compraban. Siempre he sido medio chocoso con las comidas. No me gustaban porque luego como era puerco para comer todo me babeaba y la azucar se me pegaba en las manos.
Con el tiempo, un poco más frio y objetivo, me di cuenta que los algodones de azucar en realidad ni siquiera se les puede llamar alimento. Es algo apantallante e ilusorio. Todo se deshace en la boca y ni siquiera lo puedes masticar.
Sin embargo, coincido contigo que todo ello nos remonta a nuestra infancia, y yo preferiría mil veces volver a vivir esa vida feliz y despreocupada, embarrandome del azucar del algodón. Saludos azucarados y algodonosos.

5:29 PM  

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